Por: Fabiola Ramírez Salas-Linares, columnista de Radiografía Informativa.
Continuando donde nos quedamos la vez anterior, una vez que el hombre logra establecer comunicación con la mujer y conversan un breve lapso de tiempo, cuando la chica se sienta en confianza iniciará el contacto físico y como dijimos antes, casi siempre serán las mujeres quienes lo inician. Este primer contacto es aparentemente “accidental”, un roce en la mano o el brazo, tal vez una palmada, puede inclinarse hacia ti para escucharte mejor y reducir notablemente el espacio entre ambos. Este contacto inicial, significa que te da luz verde para que inicies tu conquista; así que hombres, saquen sus mejores armas porque ha llegado el momento de actuar.
Ahora pueden continuar con leves caricias en el brazo, muy leves, algo que sea suave y que a ella le agrade, las caricias leves dan seguridad; prueben, midan; experimenten, si dejan de acariciarla ¿qué pasa?, si cambian a otra zona ¿qué pasa? la idea es que hagan que la chica desee más. Y recuerden que la práctica hace al maestro.
Recuerden que la piel es el órgano más grande que tenemos, está cubierta de miles de terminaciones nerviosas que dan la posibilidad de experimentar una enorme diversidad de estímulos (temperatura, presión, aspereza o suavidad, dolor o placer, etc.), así que ¿por qué no probar diversas zonas? Recuerden que existen las manos (ambos lados), dedos, muñecas, codos y el interior del codo, todo el brazo; pueden acercar su cuerpo a su brazo y hombro cada vez que le hablen o desde atrás acercarse para enseñarle algo en un libro o en el celular, si hacen esto, además de acariciar la espalda, dejarían actuar a las feromonas pues ella percibirá su aroma (les sugiero que no olviden bañarse y si usan lociones no abusen); también pueden comparar sus manos, decirle algo gracioso al oído. Ustedes pueden encontrar el momento y la caricia adecuada con sólo usar un poco su imaginación y estar atentos a la situación. Y OJO que no es necesario tratar de meter mano al sostén o bajo la falda, pues contrario a lo que ustedes piensan, a las mujeres no les gusta un hombre manolarga, al menos no cuando lo acaban de conocer. Ya habrá tiempo para todo.
Una vez que han conseguido los primeros contactos físicos probablemente llegue el momento de darse el primer beso, muchos de ustedes no tienen problema sobre el cómo besar, sino cuándo hacerlo. Estamos ante otro momento decisivo, y una vez más, les toca a los hombres interpretar señales de parte de las mujeres; si se apresuran demasiado se arriesgan a una reacción adversa y si no lo hacen a tiempo, se arriesgan a que la oportunidad pase y probablemente no vuelva a haber otra.
Y ¿cuáles son esas señales? Dependen de la situación pero algunas pueden ser: el hombre toma la mano de la mujer y ella no la retira, ella inclina su cabeza en el hombro de él, ella acerca su rostro más al de él, ella se pone más empalagosa con él, ella se reclina en el pecho de él o lo abraza por la espalda. Cuándo percibas que ella está mandado señales de que puedes besarla probablemente lo esté haciendo y es el momento de arriesgarse y dar el todo por el todo, es el momento de besarla.
La oportunidad se presenta por lo regular cuando están a solas, en general las mujeres prefieren un momento romántico, pero la oportunidad puede ocurrir en cualquier momento. Para entonces ella ya estará segura de que le gustas y de que quiere que vayas más allá.
Recuerden que el primer beso va sin lengua, pero no por eso es menos apasionado. Con ese primer beso ella puede imaginar que tan buenos besadores y amantes pueden llegar a ser. El primer beso puede durar tanto como quieran. Con una mano pueden acariciar el rostro o el cabello y con la otra abrazarla. Si han hecho un buen cortejo y se han tomado su tiempo para recorrer el camino, llegar al beso debería ser natural, significa que han congeniado y que la relación puede continuar. Y Siempre tengan presente que pueden fallar pero de esa manera se aprende, puede ser que el momento llegue mucho antes de lo que ustedes piensan o mucho después pero, en ambos casos, deben estar preparados. No hay peor lucha que la que no se hace.
Por ahora me despido, les deseo un cortejo afortunado y nos leemos la próxima para seguir con este tema.
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